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Diseño participativo urbano ambiental en el fin del mundo. “Ushuaia”

Las ciudades actuales, producto del modelo capitalista, son escenarios donde se visualiza la disputa entre el uso económico especulativo de la tierra y la necesidad social de habitar. Disputa inequitativa donde los sectores de poder son los que ponen las reglas y los sectores populares deben, necesariamente, romper lo establecido para poder habitar, para poder vivir.

El artículo describirá una experiencia autogestionaria de diseño urbano participativo sustentable, como una herramienta para incidir en la política y contar con un insumo en la negociación desigual.

Se describirá cómo, a través de modalidades participativas de diseño, se puede fortalecer la organización social, su relación con otras y su posicionamiento y visualización como actor propositivo y político. Cómo el diseño se convierte en una herramienta de visualización de una manera diferente de usar el suelo urbano. Cómo a través de propuestas colectivas se materializa la integralidad de propuestas sociales, ambientales y productivas. Sin embargo, también se analizarán sus limitaciones, si este proceso sólo queda en el ejercicio participativo de diseño y no va acompañado de una verdadera transformación de los sujetos sociales y de procesos de incidencia política y lucha social.

I- Introducción

Cuando se nombra a Ushuaia, se lo asocia inmediatamente con un sitio alejado de la civilización y con una naturaleza intacta que nos impactará. Las frases que la “venden” en el mercado turístico nos lo confirman “La isla de la fantasía”: “La ciudad del fin del mundo”. Vista desde el avión sentimos una gran emoción al ver el mar, la isla, sus montañas nevadas, sus atardeceres. Sin embargo, no pasa mucho tiempo desde que tocamos tierra y comenzamos a recorrer la ciudad para encontrarnos con algo inesperado. La pobreza, la exclusión, la depredación paisajística y ambiental.

Si, muy lejos del mundo, pero muy cerca de los negocios globales.

En las últimas décadas Ushuaia entró al sistema global de intercambio. Primero con ventajas para la localización industrial y en los últimos años con la actividad turística orientada al mercado internacional.

Su plan de “atracción de capitales” y el supuesto “progreso” económico a escala global puede ser su ruina local, sino, desarrolla un plan urbano sustentable que resguarde a su población y al recurso natural local que le da valor global.

No es trivial preguntarse desarrollo ¿Para qué? y ¿Para quiénes?

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