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Formación y género en las disciplinas proyectuales

En un contexto de transformaciones urbanas y de fuerte movilización social en torno a los géneros, una densa masa de teorías y críticas nos convoca a repensar creativamente las instituciones, sus fundamentos, procedimientos y objetivos desde nuevas perspectivas.

Con esa finalidad, invitamos a la comunidad académica a reflexionar sobre la formación y la construcción social de los géneros en las disciplinas proyectuales, incorporando esta problemática a aquéllas que se consagran institucionalmente como “problemas”.

La perspectiva de género nos interpela y exige una reconstrucción de las formulaciones que han abordado la producción urbana y que omiten considerar la relevancia de las dinámicas territoriales propias de la reproducción y el cuidado, simplificando y fragmentando el complejo abordaje que requiere la relación espacio y género en contextos de desigualdad como los que caracterizan a los territorios latinoamericanos.

Esta edición reúne las respuestas a dicha convocatoria: impresiones de equipos de estudiantes, docentes e investigadores que transitaron experiencias teórico prácticas en la producción de proyectos con perspectiva de género.

En primer lugar, abordamos la lectura con perspectiva de género referida a la participación de mujeres, disidencias y cuerpos feminizados en un proceso de transformación urbana. Las investigadoras, Eugenia Jaime y Teresita Sacón, describen las características de dicha participación en el espacio urbano barrial, y profundizan en algunos instrumentos desarrollados por las mujeres, como el caso de la creación de un código de convivencia y el de una inmobiliaria social. Este artículo interpela, la frecuente omisión de la participación multiactoral en la implementación de las políticas de mejoramiento y urbanización, así como las dificultades de institucionalizar dispositivos que incorporen y/ o potencien dichos procedimientos.

Siguen las reflexiones de una antropóloga frente a la práctica de gestión estatal con la intención de “proyectar consensos colectivos” mediante el co-diseño de los espacios públicos. A lo largo del texto las preguntas de Natalia Garcia Dopazo invitan a “escuchar, entender e imaginar” en un proceso que desnaturaliza la idea de “usuario” y construye la de sujetos que usan, pero también “desean, declaran necesidades y preferencias”. El desafío de entablar diálogos que incluyan las múltiples perspectivas aparece como un desafío central a la hora de abordar el diseño urbano.

A continuación se presenta la experiencia de un equipo de estudiantes de la UBA- FADU que decidió trabajar con perspectiva de género el proyecto de Arquitectura localizado en un asentamiento informal ubicado en la cuenca del Río Reconquista. Elles vinculan en su propuesta la desigualdad urbana con la perspectiva de las mujeres que habitan estos barrios. Colocan en el centro de la misma, la vida de las personas en el espacio público. Javiera Fernandini, Matias Galluzzi, Tamara Logwiniuk, Natalia Valido y Leticia Viguez Lalli se entrometen en los programas de la formación y postulan la necesidad de abordar la desigualdad de géneros en los proyectos de arquitectura.

En relación con los programas académicos que guían la producción de les estudiantes en las universidades, contamos con los aportes que acercan Susana Calvo y Mónica Rojas en el artículo “Vivienda colectiva en Costa Rica con perspectiva feminista”. Abordan el problema de la vivienda en Costa Rica y cómo la perspectiva formalista deja al margen la realidad social de las mujeres y también su lucha.

Sobre esta cuestión, cabe mencionar tres propuestas didácticas, que también integran este número: la del Laboratorio de Género y Urbanismo del Observatorio de Fenómenos Urbanos y Territoriales de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán, la del Laboratorio Hábitat Social, Participación y Género (LAHAS), Programa de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, y la experiencia didáctico-investigativa con perspectiva de género titulado “Nuestras Arquitectas” de la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires.

En el artículo “Laboratorio de Género y Urbanismo. Iniciativas por el Derecho a la Ciudad” Natalia P. Czytajlo expone los resultados de una propuesta pedagógica sobre planificación estratégica, en la que se definen las problemáticas y las actividades relacionadas con situaciones reales que interpelan a les docentes y estudiantes.

La propuesta denuncia la posición “neutra” con la que se construyen y planifican las ciudades. Una neutralidad que sostiene postulaciones dicotómicas para los géneros femenino y masculino, reproduce la división sexual del trabajo que oprime al género femenino y omite otras identidades. Y postula que en un contexto histórico de particular participación de las mujeres, la Universidad se ve frente al desafío de adoptar una posición activa y “re-pensar o re-crear la cultura desde su propia experiencia histórica”.

Paola Flores por su parte, nos trae la experiencia de LAHAS y retoma una década de experiencias abordadas en este “espacio de producción y aplicación colectiva de conocimiento sobre la ciudad”. A lo largo del artículo se restituyen problemáticas y se aportan pautas metodológicas para “llevar a cabo proyectos urbano-arquitectónicos que busquen integrar la perspectiva de género, a partir de la puesta en marcha de técnicas participativas y pedagógicas”. El artículo subraya valores sociales que estas experiencias pueden dar en el proceso de formación de les arquitectos y urbanistas que se constituyan como profesionales atentos a la escucha, conscientes y reflexivos.

Sigue la experiencia didáctico-investigativa con perspectiva de género “Nuestras Arquitectas”, en la que Inés Moisset y Carolina Quiroga “indagan la invisibilización y exclusión de las contribuciones de las mujeres en arquitectura” y proponen estrategias didácticas para revertir ese “sesgo androcéntrico”. Las investigadoras analizan “el valor de los enfoques educativos feministas para crear un hábitat inclusivo” interpelando los sistemas patriarcales de transmisión y producción de saberes. Recuperan la construcción colectiva del conocimiento, alientan la participación y el trabajo en equipo, celebran la pluralidad y diversidad de opiniones en un proceso que deconstruye las jerarquías, las individualidades y el elitismo.

En relación con la visibilización del trabajo de profesionales mujeres, contamos con el artículo “Mujeres en la gestión urbana” en el que Daniela Szajnberg y Sofia Spinelli recorren aspectos relevantes de la gestión urbana e indagan en las experiencias personales de mujeres que asumieron esta tarea.

Por último, se expone parte del proceso de enseñanza aprendizaje del seminario “Espacio y Género” asociado al concurso para estudiantes “CASA VIOLETA PARRA, ESPACIO COLECTIVO” desarrollados por Proyecto Habitar y la red Aparecida En Red Ando. La invitación abierta a les estudiantes de disciplinas referentes al hábitat, consistió en la participación en un ejercicio proyectual, guiado en un proceso de análisis, reflexión y programación mediante el cual les concursantes profundizaron en la relación espacio y género. En este artículo las investigadores nos relatan cómo se trabajó gradualmente un aspecto particular de la relación espacio y género con el soporte de clases teóricas a lo largo de tres jornadas de seminario. En estas se brindó una base analítica, ejercicios para trabajar colectivamente las reflexiones individuales y una ronda de inquietudes para finalizar cada jornada profundizando en el contenido propuesto.

En este número de la Revista Hábitat Inclusivo nos encontramos ante la clara manifestación de que las estructuras institucionales conservadoras invocan a la reproducción de una sociedad cargada de mandatos mientras que la perspectiva de género desmantela los roles asignados y reproducidos como naturales, nos llama a repensarlos y re construirlos sobre otros valores.

Habitamos el espacio del resguardo y de la exposición todos los días, como comunidad que corporiza la Universidad Pública, tenemos que probar las formas de inscribirlo conscientemente en la cotidianeidad del aula. No hace falta esperar un nuevo mandato que nos dé margen, necesitamos recuperar aquellas experiencias que hablan de “otra cosa”, observarlas críticamente, e insistir en la formulación de caminos posibles de construir. Este número es una invitación a restituir aquello que se omite y no se deja valorar por las reglas productivistas y elitistas que hacen luz sobre lo individualista y lo competitivo, abriendo paso a una lectura situada de los procesos, donde los diversos géneros puedan aportar a la transformación de los espacios y de las instituciones desde una revisión histórica con perspectiva inclusiva.

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