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Morfologías urbanas, el PROCREAR y sus configuraciones

2.3 LÍNEA REFACCIÓN

En la página oficial del programa se expresa que la línea de REFACCIÓN “está destinada a obras y/o trabajos a realizar en una vivienda habitable que requiera mejoras en deficiencias parciales o mantener el grado de conservación de la vivienda, procurando optimizar su estado y valor”. Dicha vivienda debe ser única, de ocupación permanente y menor a 150 m2 cubiertos.

Se definen y diferencian los trabajos contemplados en el crédito en: Refacciones o remociones de las instalaciones, Albañilería, Techos, Revestimientos, Artefactos y equipamiento. En cada ítem se aclaran las tareas por rubro, dejando fuera de las posibilidades de financiar con el crédito toda obra que signifique un lujo tendiente únicamente a cambiar el aspecto de la vivienda.

El monto del crédito se asocia al ingreso familiar mensual declarado, éste varía entre $80.000 y $130.000 (para los habitantes de la Zona Sur del país se extiende a $160.000).

En relación al inmueble, este debe poseer las mismas características de titularidad y calidad urbana mínima que los anteriores agregando que debe responder al domicilio permanente de los solicitantes.

Las características que se expresan en esta línea no generan un impacto urbano considerable, podemos inferir que el mayor impacto será hacia el interior de las viviendas.

2.4 LÍNEA CONSTRUCCIÓN Y TERRENO

Esta línea está “destinada a familias que aún no disponen de un terreno y quieren construir su vivienda única, familiar y de ocupación permanente” financiando hasta el 100% del terreno y de la construcción de la vivienda siempre que dicho terreno no supere los montos máximos (150.000 pesos).

Las características urbanas mínimas son las mismas que las requeridas en el resto de las líneas: zona urbana o semi-urbana consolidada.

Se establecen según el programa valores mínimos de terrenos posibles de hipotecar, los mismos son 30.000 pesos para el AMBA y 15.000 pesos para el resto del país.

El proyecto de obra debe ser uno de los brindados de manera gratuita por el programa, argumentando que de esa manera se ahorra tiempo y costos en la realización de la obra. De esta manera el programa se asegura una calidad estética y funcional mínima en los resultados. Los prototipos disponibles son variados, contemplando diversa cantidad de ambientes, ubicación en el terreno, resolución material y morfología, brindando de esta manera una oferta tipológica amplia.

La calidad urbano habitacional que propone el programa se expresa en las condiciones mínimas ya que “el proyecto de obra debe constituir en sí mismo una unidad funcional independiente” y luego describe las características mínimas referidas: un monoambiente con baño y cocina y acceso independiente. Se exigen los planos de obra visados y aprobados por la municipalidad correspondiente.

La relación entre el máximo de obra a construir y el terreno es de cinco veces su valor, “el valor del terreno deberá representar como mínimo un 20% del costo total de la obra”. Se establece desde el programa un valor mínimo de metros cuadrados según zona geográfica. Por otro lado, no deben superarse los 100 metros cuadrados totales aunque los valores antes mencionados lo permitan y exista un avance obra.

En relación a la calidad constructiva se exige un máximo de 60% en la utilización de madera o derivados para todas las obras, sin distinción de segmentos de ingresos.

La transformación física urbana que propone esta línea es altamente significativa. Financiando el terreno y la obra, propone la expansión de la mancha urbana. Los valores máximos que se estiman para la compra del terreno requieren de localizaciones alejadas las zonas urbanas y en muchos casos la incompatibilidad entre los valores establecidos y la realidad del mercado inmobiliario.

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