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Localización de las grandes empresas, mercado de trabajo y territorio. Reflexiones sobre el proceso de deslocalización de la economía global en la etapa actual

El capitalismo actual atraviesa un contexto de extrema globalización y deslocalización del proceso productivo, que se traduce en una mayor división internacional del trabajo y especialización de la producción en cada una de las zonas que conforman las cadenas de valor y circuitos económicos a nivel global. Existe una gran articulación entre el territorio y el proceso de producción, y que ha ido adoptando distintas características a partir de los cambios en el modelo de acumulación predominante en cada momento histórico. El siguiente artículo tiene como objetivo indagar en torno a la organización del proceso productivo y su articulación con el espacio y/o territorio donde se desarrolla.

 

Introducción

Analizar el modo en que se organizan las relaciones sociales de producción en un momento histórico particular debe hacerse desde nuestra perspectiva, en relación a su articulación con el espacio físico donde ese proceso se desarrolla, es decir qué producción y territorio están estrechamente ligados y su articulación ha adoptado distintas características a lo largo de la historia y de los distintos patrones de acumulación en el cuál se ha inscripto. En este sentido nos encontramos en la actualidad atravesando un proceso de extrema globalización y deslocalización del proceso productivo, lo que se traduce en una mayor división internacional del trabajo y especialización de la producción en cada una de las zonas que conforman las cadenas de valor y circuitos económicos a nivel global. Así, si el fordismo que implicó la integración de todo el proceso productivo en grandes espacios manufactureros, su agotamiento y posterior pasaje hacia el modo de producción flexible abrió paso a una nueva fase en la que la producción se ha deslocalizado, es decir que ya no se produce en un solo lugar, sino allí donde las lógicas del capital lo hacen más rentable, estableciéndose flujos de inversión, procesos y mercancías a través de las cadenas globales de valor y a escala planetaria, permitiendo el surgimiento de espacios económicos especializados que componen el entramado productivo de las empresas multinacionales.

Este contexto atravesado por lo que podríamos denominar como un “proceso de barreras productivas difusas”, es como dijimos, característico de esta fase del capitalismo global y se encuentra en completa expansión y vigencia. Por otra parte, este fenómeno no implica la pérdida de influencia del capital sobre el espacio local y las tensiones mismas que produce esa articulación, ya que como dijimos al principio, el desarrollo del mismo, y sobre todo lo asociado a la producción y manufactura de bienes, implica necesariamente una instancia territorializada, es decir que uno de los momentos del proceso productivo en este sector tiene un anclaje espacial y donde surgen relaciones sociales particulares entre la empresas y los diversos actores que se inscriben en ese territorio (gestión pública, gobierno local, instituciones educativas, pequeñas y medianas empresas locales, mercado de trabajo, entre otros). En función de ello el presente trabajo pretende aportar preguntas que, de manera exploratoria, aproximen al debate sobre la temática y sirvan a futuras investigaciones, poniendo énfasis en la dinámica y lógica de localización de las grandes empresas y su vinculación con el territorio donde lo hacen, abordando la temática desde la perspectiva del conflicto, entendiendo que dicha relación se da en un marco de tensiones entre los actores que intervienen. El presente trabajo se inscribe dentro del Proyecto PICT programación 2013: Empresas Multinacionales: Gestión de la fuerza de trabajo y respuestas sindicales 2003-2013, dirigido por Marcelo Delfini.

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