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Relaciones interinstitucionales en la Radicación del Barrio 31

Observamos entonces que, mucho antes de que la cuestión tome estado parlamentario, ya existía un trabajo conjunto entre organizaciones sociales, políticas, universidades y vecinos unidos por la urbanización definitiva del barrio. La cuestión llegará, finalmente, a ser tratada en la Comisión de Vivienda de la Legislatura de la Ciudad –luego de un 2008 convulsionado- signado por constantes manifestaciones vecinales que encuentra su punto culmine en un corte de más de ocho horas de la Autopista Illia cuyo reclamo principal fue la apertura de diálogo entre los vecinos y el GCBA. Tras algunos días de silencio, el Ejecutivo local abrió una instancia de diálogo con los vecinos del barrio (Vitale, Ramos, 2010). Retomando lo anterior, el 2009 será el año en el que la cuestión socialmente problematizada desde hace años atrás llega a la Legislatura de la CABA. El diputado Facundo Di Filippo, presidente en ese entonces de la Comisión de Vivienda, presentará el proyecto de ley junto al soporte técnico diseñado por el arquitecto Javier Fernández Castro y equipo.6

Tras variadas discusiones en la Comisión de Vivienda de la Legislatura -y con gran sorpresa- se aprueba por unanimidad la ley N° 3343 que establece la urbanización de la villa 31 y 31 bis. La referencia a la sorpresividad de la norma refiere a las diferencias planteadas inicialmente por los diversos bloques políticos, especialmente por parte del oficialismo de la ciudad. Sin ir más lejos, en el mes de julio de 2007, a pocos meses de comenzar su mandato, el electo jefe de gobierno Mauricio Macri manifestó sus intenciones de erradicar la villa 317 otorgando indemnizaciones a los vecinos para que dejaran el lugar. Comenzó, entonces, un intento por parte del equipo del PRO para ingresar a la villa, llegar a sus referentes, y establecer los pasos a seguir. La idea de erradicación por parte del gobierno macrista se presenta, principalmente, por el alto valor de las tierras sobre la que se asienta la villa en pos de darle vía libre a la construcción de un megaproyecto inmobiliario. Algún tiempo después, el GCBA anunció sus intenciones de erradicar la villa alegando que es “prioritario detener el crecimiento del lugar, particularmente en la zona conocida como ‘Villa 31 bis’, ya que allí no existen los mínimos servicios necesarios para que los habitantes lleven una vida digna y porque dificultaría el hallazgo de soluciones apropiadas para mejorar sus condiciones habitacionales»8. Por su parte, antes de la asunción de Mauricio Macri frente al gobierno municipal, el gobierno nacional manifestó su interés en la urbanización de la villa9. De este modo, sus habitantes obtuvieron la garantía de que no serían desalojados estableciendo el diálogo con el ONABE al que hicimos referencia anteriormente. Observemos ahora la letra de la Ley N°3343/09 y su relación con las instancias gubernamentales de distinto nivel.

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