Herramientas proyectuales
A continuación se mostrará el proyecto a partir de las herramientas utilizadas, señaladas por un recorte de planta, donde se presentan cuatro viviendas y su articulación con el espacio común y un espacio productivo del conjunto:
COMPRIMIR PARA LIBERAR
“Se trata de definir muros equipados que nos permitan liberar el centro para aquellos usos más genéricos: resignificar el límite, entender el espesor como un dispositivo”
(Planas Penadés; Kocourek; Haugen Stabell, 2016: 158).
Consiste en comprimir los espacios íntimos de la vivienda -por ejemplo: habitaciones y baños-, para liberar espacios comunes dentro de la misma -por ejemplo: estar-. Esto permite crear configuraciones independientes y concentradas para el uso individual, liberando el resto del espacio para el desarrollo de actividades colectivas. Esta herramienta se reproduce en la vivienda y en el espacio común del conjunto, comprimiendo las unidades y liberando espacio para el equipamiento, permitiendo y facilitando que las actividades de cuidado se realicen colectivamente y no de forma individual (ver figura 2).

DESJERARQUIZAR
“Las plantas de casas con piezas de tamaños similares representan una forma de entender la vivienda que, al reducir la forma a una expresión tan simple y repetitiva, pone en manos de quienes las habitan la iniciativa de otorgarles sentido. Cuando diseñamos una casa a partir de esta idea diseñamos el escenario más neutral en el que puedan encajarse las cosas y los acontecimientos”
Monteys, 2013: 42).
Se trata de desjerarquizar las dimensiones de las habitaciones para no reproducir o reflejar en el espacio jerarquías sociales predeterminadas que puedan existir entre lxs habitantes. Se busca poder representar materialmente condiciones de igualdad a partir de la equidad de los distintos ambientes (ver figura 3).

GRADUAR
“[…] Espacios intermedios o espacios “entre”, serían aquellos capaces de poner en relación la escala de lo íntimo con la de lo comunitario y lo urbano, entre el mundo interior y la vida exterior, permitiendo diferentes gradientes de transición. Estos pueden ser de carácter exclusivamente privado hasta los más públicos, pasando por posibilidades intermedias de semipúblicos o semiprivados. Además, pueden permitir diferentes usos comunitarios, áreas de reunión, de esparcimiento, etc. fomentando el encuentro, la puesta en común y las decisiones colectivas; en definitiva, potenciando la micropolítica, como ese eslabón primero de involucración político-social, mostrando la superación de la voluntad individual frente al consenso en las divergencias”
(Franco López, 2017: 6).
Se plantea la graduación de las transiciones entre distintos espacios, generando articulaciones entre el espacio común y privado o el espacio interior y exterior. Es importante no pasar abruptamente de la ciudad a la vivienda, sino que es necesario atravesar distintos gradientes espaciales que permitan ser apropiados para generar sociabilidad y tejer vínculos entre vecinxs. No deben diseñarse circulaciones de paso oscuras, sino al contrario: deberían ser espacios contenidos, amplios y soleados, en los cuales dé gusto estar (ver figura 4).


FLEXIBILIZAR
“[…] En la casa hecha de habitaciones, son extraordinariamente importantes los pasos y puertas entre ellas. Las puertas son las que activan el valor de estas piezas permitiendo unirlas o separarlas y estableciendo, con distintos matices, la vista entre ellas y a través de ellas. Las puertas son importantes en la medida en que permiten destinar más superficie a un uso reuniendo unas habitaciones y separando otras. En las plantas de habitaciones de tamaños similares resultan determinantes ya que las puertas parecen “adjetivarlas” y en algunos casos dan lugar a maneras de comunicar piezas que no tienen por qué ser necesariamente “puertas””
(Monteys, 2013: 44)
Se propone que los ambientes no se dividan a partir de un muro fijo, sino que se busca poder flexibilizar la vivienda por medio de elementos móviles que permitan apropiar y modificar las espacialidades. Es posible ampliar y/o extender las habitaciones hacia el espacio común o combinar dos de ellas, configurando distintas dinámicas y apropiaciones dentro de la vivienda según las necesidades y usos de cada grupo de convivencia. (ver figura 6).

