Suscribir al newsletter:

La dimensión política y la dimensión académica de la universidad

Carolina Mera valoro la creación del Centro de Hábitat Inclusivo como una manifestación de una manera de proponer el proceso de enseñanza y aprendizaje en el ámbito universitario. Desde este enfoque, la formación, la investigación y el trabajo en territorio forman parte de un todo integrado sin perder identidades, valores y aportes particulares.

 

carolina-mera-01

Sé lo complicado que es a veces pelear dimensiones institucionales nuevas en estas universidades, que requieren de la confluencia de voluntades personales, de compromisos, y también por supuesto el apoyo institucional y político que no siempre se da. En ese sentido, creo que tiene mucho que ver con el empuje que le pone Javier y todo su equipo a este proyecto que hoy se materializa en este centro, que tiene como todos seguramente sabrán, muchos años de batallar en FADU y más allá de las fronteras de nuestra universidad.

No hay docencia sin investigación, no hay investigación sin territorio, y no hay un diálogo entre la producción de investigación y docencia sin el territorio.

Cuando pensaba en un centro que se propone pensar el hábitat inclusivo, pensaba en estas dos dimensiones que hacen a la universidad: la dimensión política y la dimensión académica, que tiene más que ver con la producción de conocimiento. La dimensión política tiene que ver no solo con la forma de gobierno, de autogobierno de las universidades, sino también con la forma de producir conocimiento. Las universidades están en un contexto, en un contexto social, político. Nos costó mucho recuperar la democracia, recuperar el estado, rearmarlo, volver a tomar las riendas de las herramientas para poder reconstruir los espacios colectivos y públicos.

Entonces, en estos diez años efectivamente hubo una recuperación del estado, también vemos dentro de las universidades la recuperación de una nueva lógica de producir conocimiento que retoma estos tres ejes que ya fueron mencionados: la docencia, la investigación y la extensión, pero desde la potencialidad más rica, que es justamente la de reconocer a estos tres ejes o especificidades. No hay docencia sin investigación, no hay investigación sin territorio, y no hay un diálogo entre la producción de investigación y docencia sin el territorio. Es decir, este eje del que se nutre en esa forma de producción, requiere de una democracia consolidada y de un estado presente. Esta forma de producción que en el país se vive no solo en las universidades nacionales, sino también a través de las universidades nuevas,  en estos años se ha creado una cantidad de universidades en las provincias de Buenos Aires y todo el territorio nacional. Esto también contribuye a que las universidades más tradicionales y más como burocratizadas como la UBA, se tienen que aggiornar y empezar a pensar otras formas de relacionarse con el territorio.

En la Universidad de Buenos Aires, siempre se dice “la UBA no tiene territorio”. Claro que tiene territorio a través del trabajo que realizan cotidianamente los equipos de docentes, los equipos de investigadores, los estudiantes, a través de las prácticas de docencia, investigación y extensión, entonces el territorio en realidad constituye la UBA, en realidad es una falsa dicotomía esto de las universidades sin territorio. No existe una universidad sin territorio, entonces hay que reposicionar este debate, y en este sentido, un centro que se propone pensar un hábitat inclusivo va más allá de pensar la gestión del espacio y el territorio, nos invita a pensar desde todas las dimensiones que constituyen la vida de las personas. La dimensión cultural, económica, creativa, de transporte, la educación.

mera001

Pensar estas dimensiones como derecho quiere decir intentar desmercantilizar estas dimensiones. Es decir, cuando hablamos por ejemplo de cultura, poder hablar de diversidad cultural, de diversidad religiosa, diversidad sexual, de género, diversidad étnica, en economía lo mismo, diversidad de formas de producción, de auto-organización. Cada una de esas dimensiones abre un abanico de diversidades que nos permiten desmercantilizar y esto es justamente construir derechos. Derechos que creo en este momento, muchos se ven ya materializados en leyes, leyes que los protegen, leyes que habilitan la lucha por esos derechos y en ese sentido ha habido un avance enorme que contribuye a la calidad de vida, pero sobre todo a la calidad del hábitat que es la vida.

(…)

Los comentarios están cerrados.