El rol técnico-político del profesional y la autoría proyectual
Retomando esta noción de Derecho a la Ciudad, y volviendo a la idea de que finalmente es una forma de la lucha por los derechos en una sociedad capitalista que retrocede derechos dramáticamente, el lugar de los profesionales no es un desafío sencillo, se trata de una cuestión de acumulación política.
En estos terrenos donde se quiere trabajar en temas territoriales o urbanos, el que cree que se mete en una materia técnica mejor que se retire y trabaje de otra cosa. Lo que digo, es que no es exclusivamente técnico y supone adoptar un lugar desde donde uno nunca es neutral. Se posiciona en un lugar y acumula para ese espacio, para esa línea de perspectiva ideológica, porque en realidad lo territorial, lo urbano, se dirime en la escena política. Tiene que ver con los sectores que acumulan más o menos poder, cómo acaban definiendo el espacio, la distribución de la renta y la no distribución de la renta. Entonces, hacer ciudad es hacer Política y esto no significa que uno tiene que ser perteneciente a un partido político, pero está haciendo política.
Ahora bien, desde esta perspectiva si hablamos de la autoría de lo proyectual, entendiéndolo como distintas formas del proceso de producción de proyectos, no cabe duda de que la esfera de lo privado es materia clarísima de autoría individual. Es la esfera de lo privado donde un sujeto contrata a otro para producir algo, con lo cual parece que la autoría individual existe, es totalmente legítima y es pertinente como parte de ese evento. Sin embargo, cuando se trata de lo colectivo estamos hablando de ciudades y de territorios, en el marco de la disputa que plantean los diversos derechos colectivos. El debate sobre la autoría proyectual en el territorio y en el urbanismo es otra materia que merece una reflexión más compleja.
Proyectos de autor y con nombre propio
La historia de las referencias que uno tiene en materia de urbanismo ha tenido y tiene muchos proyectos con nombres de autor y con nombre propio. Yo creo que lo que cambia ese punto tiene que ver con un cambio de paradigma de la época.
Es decir, si hablamos de proyectos de autor, podemos hablar del plan Hausmann para Paris, el plan de Lucio Costa para Brasilia y muchos otros. Entiendo que son proyectos que tienen que ver con una época en donde los debates de los que estamos hablando no se habían dado, no es que no existía conflicto, sino que no se había dado esta cuestión. Con lo cual se trata de planes y proyectos con un énfasis muy fuerte en la autoría individual, en las capacidades técnicas de los individuos, en donde la autoridad social no estaba en discusión.
Eran el Estado y el individuo generando proyectos en los que todavía hoy abrevamos en términos de calidad técnica y en determinados recursos, pero que justamente tienen esa característica que es el momento de la historia en la que se producen.
Plan Haussman – Paris
Ahora bien, si nosotros empezamos a pensar en los proyectos con nombre propio, podemos agarrar otra pila de proyectos como el Favela Barrio, el de Villa 31, o el de las ZAC francesas (Zona de Arreglo o Adecuación Concertada). En el caso de Francia se podría hacer una aclaración de proyectos urbanos que son muy significativos y que hicieron transformaciones muy importantes en varias zonas. Lo que caracteriza a estos proyectos es la ingeniería institucional como en el caso del Parque Citroën, es decir, lugares muy reconocidos hoy como piezas urbanas transformadas.
Fue todo un proceso que se dio en Europa en los años 70 – 80 como emergencia del proyecto urbano. Se trata de una creación importante donde los nombres de los autores no están, aparecen los nombres del dispositivo y el nombre de la pieza urbana que fuera.
Tal es el caso de Puerto Madero de Buenos Aires o la Bicocca de Milán, otro proyecto que es de fin de los 80, de la transformación de lo que era la zona industrial de Pirelli. También podemos hablar de la Villa Olímpica de Barcelona, o de la Villa Olímpica de Buenos Aires, estamos hablando de proyectos con nombre propio donde en realidad uno no sabe quiénes son los autores o por lo menos los autores no están en primera escena. El producto urbano ocupa la primera escena. Inclusive podemos nombrar a los planes integradores de Medellín, que curiosamente se conoce el alcalde que fue el promotor. Cuando se habla de Medellín muchas veces se habla de Fajardo, que fue el alcalde que posibilitó el primer arranque de ese proyecto. Entonces entiendo que estamos frente a un cambio que tiene que ver justamente con un cambio de paradigma porque va asociada a su vez a la emergencia de otros personajes visibles, de otros individuos con presencia y con incidencia.
Villa Olímpica – Buenos Aires
De Lefebvre en adelante, Bruno Secchi, Raquel Rolnik y otros autores han reflexionado sobre esta cuestión, y su pensamiento es sustento de muchas de estas intervenciones o en todo caso las acompañan. Con todo esto quiero decir que el tema pasa a complejizarse.
Estamos hablando entonces del proyecto contemporáneo, ya no es el del autor sino el de la identidad de proyectos, que se caracteriza porque hay palabras clave que los caracterizan. Cuando uno habla de planificación territorial y urbanismo, aparecen esas palabras clave: tensión, conflicto, fragmentación, negociación, política, espacio, ambiente.
Y obviamente, se incorpora otra complejidad que tiene que ver con la emergencia de una nueva actoralidad social o una nueva visión del fenómeno urbano y territorial, que aportan los geógrafos como David Harvey. Se tratan de autores que han teorizado sobre esto, que han aportado, y que en realidad están nutridos del pensamiento de los que trabajamos en lo urbano.
Si a esta situación le agregamos lo que es la emergencia de un movimiento social en la disputa de la lucha por sus derechos, obviamente la figura del autor pasa a quedar entre dichos, es decir, no hay un autor. Se trata de algo más complejo donde la autoría pasa a ser una cosa muy separada de la cuestión de la esfera privada.