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Instrumentos de re-urbanización con perspectiva de género

MIENTRAS TANTO EN LOS ASENTAMIENTOS INFORMALES DEL AMBA

Según el registro de villas y asentamientos de la ley 14.449, realizado en 2016, en los 24 municipios del Conurbano que constituyen el AMBA existen 978 barrios informales. Allí viven alrededor de 1.312.116 personas. (imagen 02)

Ya en un estudio realizado por Rosa Geldstein (5) en 1997, “las principales proveedoras económicas” de los hogares pobres del AMBA son las mujeres, estas en general son madres sin cónyuge y con hijos menores a su cargo y en general poseen los menores ingresos per cápita familiar, incorporando también la invisibilidad de muchas mujeres necesariamente son una “jefa” visible a las estadísticas incorporando la necesidad que la jefatura femenina sea considerada como una estimación de mínima para no ser invisibilizada.

En su trabajo sobre “Mercado e informalidad urbana” en las villas de la Ciudad de Buenos Aires, Cristina Cravino revela que les locadores del mercado de alquileres en villas “son por lo general mujeres solas con chicos, ancianos, discapacitados, que tienen enfermedades crónicas o son desocupados de larga data” (…) quienes se encuentran alojados en general en “edificaciones donde pueden existir 20 o 30 cuartos con baños que se comparten. Estos edificios se suelen llamar inquilinatos. Sus dueños, por lo general, viven en la planta baja”. (6)

En el año 2004, tras la crisis general (interna y externa) la situación urbana de la sociedad argentina estaba en ruinas, en particular la de los sectores sociales privados de medios económicos para resolver en el mercado los requerimientos de salud, alimentación y vivienda. En este contexto, las organizaciones sociales ejercieron una participación activa en la definición de las características de las políticas dirigidas a la ejecución de políticas públicas. En ese contexto nació el Programa Federal de producción de viviendas con miras a incorporar los reclamos que las organizaciones sociales venían enunciando.

Estas políticas estuvieron orientadas principalmente a la reactivación económica y la restitución del tejido social. Sin embargo su implementación logró incorporar a los actores locales, dado que en muchos casos se trató de obras de radicación y mejoramiento del hábitat pre existente. Las áreas urbanas modificaron radicalmente su morfología desatando procesos de instrumentación desconocidos hasta el momento. Las acciones de reurbanización realizadas por el Estado, se combinaron con las acciones de variados actores antes invisibilizados.

Este programa preveía en una primera etapa, una inversión de 550 millones de pesos, para la construcción 15.807 viviendas y la generación de más de 50.000 empleos en les municipios de Avellaneda, La Matanza, La Plata, Lomas de Zamora, Morón, San Isidro, San Martín, Vicente López y Quilmes. Este último era uno de los más atacados por la crisis y en el primer convenio marco celebrado con el gobierno nacional fue el que más recursos recibiría (3960 viviendas), y la mayor cantidad estaría destinada a la urbanización de Villa Monte Matadero (1800 viviendas).

El proceso de urbanización llevado a cabo en Villa Monte Matadero (7), entre 2004 y 2013 nos reveló a través de la lectura intencionada de la instrumentación de las transformaciones urbanas el rol protagónico del género femenino y/o cuerpos feminizados. (imágenes 03 y 04)

Imágenes 03 y 04. Fotografías de la Villa Monte Matadero, Municipio de Quilmes.

En el estudio realizado en el trabajo de tesis de maestría, Jaime realizó una primera caracterización de los actores sociales según Bolay y Du (1999) quienes proponen un “triángulo de los decisores urbanos” donde las partes se relacionan según las intenciones de transformación. En la misma línea, Bolay y Taboada (2011) describen el modo en que les actores se manifiestan por sus valores, por sus comportamientos y sus luchas. A partir de esta posición teórica definen tres tipos de actores: “habitantes”, “autoridades urbanas o poderes públicos” y “mediadores”, les cuales se definen de acuerdo con su conocimiento del problema, la relación temporal con el mismo y la capacidad de manejar los recursos económicos que permitan materializar cambios. (imagen 05)

Imagen 05. Mapa de actores de sociales intervinientes en el proceso de urbanización de la Villa Monte Matadero

A partir de esta clasificación podemos caracterizar a los actores de la siguiente manera:

a- Habitantes

Caracterizamos como “Habitantes” o “Referentes barriales”, a aquellas personas que realizaron acciones comunitarias cuyo fin giró en torno a la transformación del espacio físico del barrio.

b- Autoridades urbanas o Coordinadores de los recursos públicos

Llamamos así a aquellos actores que, teniendo a su cargo la responsabilidad sobre el destino de los recursos públicos para llevar adelante las acciones de urbanización, se incorporaron al desarrollo del proceso de urbanización de manera activa ya sea que pertenezcan a la escala municipal, a la provincial o a la nacional.

c- Mediadores

Definidos como todes aquelles actores que teniendo un rol de mediación entre los recursos públicos y sus destinataries incorporan en la ejecución de su rol recursos propios de su formación técnica que no son monetarios. Dependiendo del tipo de recurso hemos identificado en este papel a les técnicos y profesionales de las empresas constructoras (ya sean sociedades anónimas o cooperativas) de los espacios de educación (universidades) de las oficinas técnicas municipales y de los espacios de arte y cultura en el proceso de urbanización estudiado.

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