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Conflictos, desafíos y oportunidades en los procesos de reurbanización en ciudad de Buenos Aires. El caso Villa 20, Lugano

Reflexiones Finales

Comenzamos este trabajo preguntándonos acerca de las distancias entre las gestiones de Macri y Larreta y los nuevos proyectos que se inauguran a partir del cambio de la jefatura de gobierno. Nuestro objetivo fue dilucidar si alguna de estas diferencias es indicativa del cambio de rumbo en la política de vivienda del gobierno y sobre el modelo de ciudad inaugurado por Macri.

Esta nueva impronta que introduce Larreta viene acompañada con la idea de la construcción de vivienda nueva, lo cual renueva preocupaciones respecto a lo que serán nuevos complejos habitacionales tomando en consideración la situación de los más de 50 complejos habitacionales que existen en la ciudad.

La vivienda nueva promovida por el estado había sido prácticamente abandonada en años anteriores. El discurso de Emilio Basavilbaso, anterior titular del IVC, era claro en este sentido cuando indicaba que había que orientarse hacia la “promoción del hábitat” en desmedro de la “construcción del hábitat” poniendo el foco en los procesos de regularización dominial. Asimismo, señalamos los cambios institucionales y el mayor presupuesto orientado a la materia, aunque resta un análisis profundo del destino de los fondos, que en muchos casos siguen sufriendo el histórico problema de reasignación y subejecución.

Hemos marcado las diferencias respecto no solo al protagonismo que Larreta le ha dado a la urbanización sino al cambio en el discurso en relación con la necesidad de reconocer y promover estos procesos. Recordemos, por solo poner un ejemplo, que la Villa Rodrigo Bueno tiene una causa judicial iniciada en 2005 que le ordena al gobierno urbanizar y que éste mismo apeló y hasta había calificado el fallo como un “disparate”. ¿Qué es entonces lo que cambió entre esta calificación de disparate al anuncio de que la urbanización de la Villa Rodrigo Bueno será un modelo para el mundo? Creemos que esta pregunta no puede responderse sin analizar la gestión de Larreta en sentido más amplio tomando en cuenta que cada proyecto de urbanización anunciado tiene relación con otra propuesta de desarrollo para la ciudad.

El cambio en la actitud de abordar el problema de las villas no puede ser analizado sin tomar en cuenta la necesidad de desarrollar otro tipo de proyectos en la Comuna 8. Nos preguntamos en este sentido, si a más de 10 años de iniciada la gestión del PRO en la ciudad, y con Macri habiendo ganado las elecciones nacionales, podría desarrollarse un proyecto como el de Villa Olímpica sin dar algún tipo de respuesta en la comuna que más porcentaje de su territorio tiene integrado por villas y con su población que prácticamente la única que crece en la ciudad. Las estadísticas muestran que la población en villas se duplica en la ciudad entre los últimos dos censos nacionales, y en el caso de Villa 20 según datos del IVC hay un crecimiento de más del 100% en 16 años. Este escenario da cuenta de que el acceso al hábitat digno de los sectores populares continúa creciendo.

Por otro lado, la continuidad respecto a las acciones que se promueven para el desarrollo de la zona sur se ven plasmadas en el proyecto de Villa Olímpica sintetizadas en la venta de tierras públicas, el crecimiento del valor de la tierra y la promoción del desarrollo inmobiliario. El gobierno abrió las inscripciones para la venta de departamentos de la Villa Olímpica en el mes de marzo de este año, cuyo acceso será a través de un sistema de puntos que orienta los créditos a sectores medios/medios altos desconociendo el problema de acceso a la vivienda que tienen amplios sectores que viven en la comuna 8 y en las comunas del sur de la ciudad.

Por estas razones vemos en algunas cuestiones que aún no han podido saldarse en el proceso de Villa 20, los principales interrogantes respecto a los alcances que puede tener el proceso urbanización, que como mencionamos a lo largo del estudio de caso de la Villa 20, está absolutamente atravesado por la capacidad de las organizaciones y vecinos que han logrado condicionar todo el proceso que en principio fue planteada de una manera muy diferente por el gobierno.

Desde la sanción de la ley que logra aspectos muy importantes en términos de permitir mecanismos participativos, mencionar las diferentes etapas del proceso de urbanización hasta las etapas de implementación en los que las definiciones que ha tomado la mesa técnica ha producido cambios importantes en el diseño de las viviendas y llamados de atención constantes que no han permitido, por ejemplo, que no se aborden los problemas de infraestructura en la parte consolidada que al día de la fecha están en plena discusión. En las cuestiones que no pudieron ser discutidas y garantizadas en el marco de la ley como analizamos anteriormente vemos hoy las principales preocupaciones del proceso y la lucha de los diferentes actores que presionan por alcanzar un proceso de intervención integral.

En resumen, la iniciativa de llevar adelante procesos de urbanización durante la gestión de Larreta aparece como una oportunidad para continuar desarrollando otros proyectos para la ciudad que parecieran dar continuidad y profundizar la mirada de una ciudad que continúa retrocediendo en términos de distribución y acceso al espacio urbano. El escenario se presenta novedoso en relación con las oportunidades que la población villera, junto con importante colectivo por el hábitat digno en la ciudad, tienen a través del nuevo marco normativo que han luchado por conseguir y por las posibilidades de incidir en los procesos de urbanización que se han iniciado.

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